Las futuras inversiones que la aerolínea Transportes Aéreos del Continente Americano (TACA) podría hacer en El Salvador serán suspendidas si se diera un eventual triunfo de la izquierda en las elecciones presidenciales del próximo 15 de marzo, aunque la empresa continuará operando aquí, comentó ayer el presidente de la compañía, Roberto Kriete, tras firmar un acuerdo de entendimiento con el Ministerio de Turismo para traer más turistas al país.
“TACA va a seguir en el país, porque no tenemos ningún interés ni intención de irnos a ningún lado; si vamos a invertir o no vamos a invertir depende de la actitud y de la gente que esté en las posiciones de poder en el Frente, y de la actitud que ellos demuestren hacia TACA y hacia el sector privado en términos generales. Estemos claro que los inversionistas son muy temerosos de los cambio políticos, lo que quieren ver es estabilidad, legalidad, institucionalidad, que se le respeten sus acuerdos y el marco regulatorio y legal”, aseguró.
Adicionalmente, dijo que “en la medida que cualquier gobierno anuncie, proponga, insinúe o que la gente perciba que va a sacudir el sistema, en esa medida la gente no invierte”, sentenció.
El ejecutivo añadió que cada cinco años, antes de las elecciones y por seis meses, la construcción de viviendas y edificios se paraliza; la gente no invierte porque quiere ver primero quién va a ganar y qué les van a ofrecer a los inversionistas en cuanto a estabilidad económica y jurídica, cuestionó.
Kriete afirmó que uno de los problemas del FMLN es que no tiene credibilidad porque tradicionalmente ha sido antisistema, y porque quieren establecer el socialismo del Siglo XXI, “muy similar a lo que ha hecho Chávez, Evo Morales y compañía, y eso a los empresarios, obviamente no les gusta, porque crea inestabilidad y las consecuencias de eso son una falta de inversión y desarrollo”.
El empresario detalló que si se da el caso de que llegara Mauricio Funes al gobierno, y demostrara que él pone los ministros y que son gente con capacidad de desempeñar el cargo, que tienen el conocimiento, la honestidad, la dedicación y la filosofía adecuada para atraer inversión, “creo que los inversionistas lo verán con buenos ojos y responderán invirtiendo en el país”.
“Si lo contrario se da y terminamos con comandantes ministros, que no tienen el conocimiento adecuado, la preparación técnica y académica, siguiendo políticas equivocadas, que no le den la paz y la tranquilidad a los inversionistas, pues los inversionistas no invertirán, eso es así de claro como lo veo yo, no hay a donde perderse”, añadió.
Kriete parafraseó el libro “Cuentos Chinos”, afirmando que aquellos países que atraen inversión tratan bien al sector privado y tienen reglas claras y las respetan, logran desarrollo económico y van saliendo de la pobreza, sean socialistas, derechistas o como quieran llamarse.
Criticó a aquellos países que, siendo de derecha o de izquierda, no respetan las reglas del juego, cambian las regulaciones a cada rato, antagonizan al sector privado y no atraen inversión, son países que no se desarrollan y no salen de la pobreza.
No está de acuerdo con los que piensan que hay que acabarse a los ricos, sino “a los pobres. Yo quiero un país de ricos, que dentro de 30 años todos los hijos de los salvadoreños que están vivos hoy, tengan un grado universitario y sean profesionales y que tengan carro, televisión, un trabajo profesional digno y que puedan mandar a sus hijos a escuelas y colegios. Yo como salvadoreño eso es lo que quiero, porque si lo que queremos es acabarnos a los ricos, pues vamos a terminar con un país de pobres, sin ninguna esperanza”, concluyó.
“TACA va a seguir en el país, porque no tenemos ningún interés ni intención de irnos a ningún lado; si vamos a invertir o no vamos a invertir depende de la actitud y de la gente que esté en las posiciones de poder en el Frente, y de la actitud que ellos demuestren hacia TACA y hacia el sector privado en términos generales. Estemos claro que los inversionistas son muy temerosos de los cambio políticos, lo que quieren ver es estabilidad, legalidad, institucionalidad, que se le respeten sus acuerdos y el marco regulatorio y legal”, aseguró.
Adicionalmente, dijo que “en la medida que cualquier gobierno anuncie, proponga, insinúe o que la gente perciba que va a sacudir el sistema, en esa medida la gente no invierte”, sentenció.
El ejecutivo añadió que cada cinco años, antes de las elecciones y por seis meses, la construcción de viviendas y edificios se paraliza; la gente no invierte porque quiere ver primero quién va a ganar y qué les van a ofrecer a los inversionistas en cuanto a estabilidad económica y jurídica, cuestionó.
Kriete afirmó que uno de los problemas del FMLN es que no tiene credibilidad porque tradicionalmente ha sido antisistema, y porque quieren establecer el socialismo del Siglo XXI, “muy similar a lo que ha hecho Chávez, Evo Morales y compañía, y eso a los empresarios, obviamente no les gusta, porque crea inestabilidad y las consecuencias de eso son una falta de inversión y desarrollo”.
El empresario detalló que si se da el caso de que llegara Mauricio Funes al gobierno, y demostrara que él pone los ministros y que son gente con capacidad de desempeñar el cargo, que tienen el conocimiento, la honestidad, la dedicación y la filosofía adecuada para atraer inversión, “creo que los inversionistas lo verán con buenos ojos y responderán invirtiendo en el país”.
“Si lo contrario se da y terminamos con comandantes ministros, que no tienen el conocimiento adecuado, la preparación técnica y académica, siguiendo políticas equivocadas, que no le den la paz y la tranquilidad a los inversionistas, pues los inversionistas no invertirán, eso es así de claro como lo veo yo, no hay a donde perderse”, añadió.
Kriete parafraseó el libro “Cuentos Chinos”, afirmando que aquellos países que atraen inversión tratan bien al sector privado y tienen reglas claras y las respetan, logran desarrollo económico y van saliendo de la pobreza, sean socialistas, derechistas o como quieran llamarse.
Criticó a aquellos países que, siendo de derecha o de izquierda, no respetan las reglas del juego, cambian las regulaciones a cada rato, antagonizan al sector privado y no atraen inversión, son países que no se desarrollan y no salen de la pobreza.
No está de acuerdo con los que piensan que hay que acabarse a los ricos, sino “a los pobres. Yo quiero un país de ricos, que dentro de 30 años todos los hijos de los salvadoreños que están vivos hoy, tengan un grado universitario y sean profesionales y que tengan carro, televisión, un trabajo profesional digno y que puedan mandar a sus hijos a escuelas y colegios. Yo como salvadoreño eso es lo que quiero, porque si lo que queremos es acabarnos a los ricos, pues vamos a terminar con un país de pobres, sin ninguna esperanza”, concluyó.