Los masacrados se estiman en más de 1,000 personas.Acusan a organizaciones e intelectuales de izquierda de guardar silencio cómplice.
Durante la guerra civil de El Salvador, es muy probable que ni el ejército haya causado tantas bajas al FMLN en la zona paracentral, como lo hizo su comandancia general a través del Comandante Mayo Sibrián, responsable militar de las guerrillas de las FPL en esa zona, de las cuales era comandante general el hoy candidato a vicepresidente del FMLN, Salvador Sánchez Cerén, tal como lo publica el semanario electrónico El Faro en su edición del (15/01/07).Vale la pena preguntarse: ¿Por qué la impunidad? ¿Por qué el silencio ante la masacre? ¿Por qué la complicidad? ¿Acaso esas vidas sólo sirvieron de carne de cañón y sirvieron de ejemplo en calidad de advertencia terrorífica para los demás combatientes de la guerrilla? ¿Será que la vida de más de 1,000 combatientes de la ex guerrilla no es lo suficientemente rentable para convertirlo en caso emblemático de los que reclama la izquierda a nivel internacional?Aprovechamos para publicar el reclamo y emplazamiento por uno de nuestros lectores en un artículo anterior a un reconocido cibernauta efemelenista:“Vos sabés que en el informe de la verdad no se menciona ni uno tan sólo de los ASESINATOS DE ESOS COMPAS que se mandaron a quebrar tus comandantes, fueron tan cínicos, que a pesar de que hubo serias discrepancias entre las cinco organizaciones que conformaban el FMLN por las masacres y barbaridades cometidas por las FPL con el apoyo y solapamiento de algunos de los cinco miembros de la comandancia general, que algunos de ellos amenazaron hasta con romper la unidad, que tanto le costó al hoy moribundo de Fidel Castro.”Estos asesinos actuaron con complicidad de la comandancia general y mataron a su propia gente y la asesinaron de la forma más vil porque los mataron y los deshonraron tildándoles de traidores, que es la peor ofensa para la honra de cualquier combatiente de cualquier ideología o causa, y todos ustedes se llenan la boca pidiendo justicia en otros casos cuando son incapaces o temerosos que les apliquen el mismo código por reivindicar a sus muertos; los traidores son ustedes porque ustedes abandonaron a su gente y ni siquiera uno sólo de esos asesinatos fue denunciado en la Comisión de la Verdad, todo por miedo o conveniencia a favor de la comandancia general.Ah! valientes de pacotilla, que sólo son buenos para maldecir e insultar, siempre y cuando estén fuera de todo riesgo. Intelectuales cobardes, de qué les sirve sus conocimientos, si se someten ante los carniceros de sus comandantes, tengan dignidad denuncien estos asesinatos públicamente. ¿Por qué solapan la impunidad? ¿O acaso es miedo o conveniencia espuria? ¿O es qué avalan que “el fin justifica los medios”?. La verdad es que están en deuda con su gente, ustedes tiene los medios, tienen la información, conocen los involucrados, DENUNCIÉNLOS Y ENTREGUENLOS A LA JUSTICIA.PUSILÁNIMES!!! NO EXIJAN A OTROS LO QUE USTEDES SON INCAPACES DE HACER POR SU MISMA GENTE, sobre todo PORQUE ESTAN AL MISMO NIVEL de los que dicen repudiar. Talvez ni siquiera eso, porque los otros al menos permitieron que se mencionaran sus casos donde los acusan en el informe de la verdad, pero ustedes ni siquiera eso han hecho. ESTAN EN DEUDA CON SU GENTE, CON LA HISTORIA Y CON SU PUEBLO.Llama la atención la conducta dócil, benevolente y el silencio cómplice ante esta horrenda masacre de aquellas organizaciones de derechos humanos que declaran públicamente y obtienen cuantiosa ayuda financiera internacional bajo la bandera de luchar contra la injusticia, la impunidad y denunciar parcialmente solamente los casos que les conviene a los cuales determinan emblemáticos debido a la rentabilidad, financiera y política por tratarse de personajes famosos o ligados a poderosas estructuras a nivel internacional.Por lo reportado en El Faro ésta es la masacre más grande de todas las cometidas en la historia de los 12 años de guerra civil de El Salvador. El silencio cómplice de las organizaciones de derechos humanos desnuda con tristeza la doble moral de aquellos que las dirigen, sino, pregúntese usted mismo amigo lector ¿Ha escuchado usted alguna denuncia en algún tribunal internacional de esta horrenda masacre de más de 1,000 personas?
Durante la guerra civil de El Salvador, es muy probable que ni el ejército haya causado tantas bajas al FMLN en la zona paracentral, como lo hizo su comandancia general a través del Comandante Mayo Sibrián, responsable militar de las guerrillas de las FPL en esa zona, de las cuales era comandante general el hoy candidato a vicepresidente del FMLN, Salvador Sánchez Cerén, tal como lo publica el semanario electrónico El Faro en su edición del (15/01/07).Vale la pena preguntarse: ¿Por qué la impunidad? ¿Por qué el silencio ante la masacre? ¿Por qué la complicidad? ¿Acaso esas vidas sólo sirvieron de carne de cañón y sirvieron de ejemplo en calidad de advertencia terrorífica para los demás combatientes de la guerrilla? ¿Será que la vida de más de 1,000 combatientes de la ex guerrilla no es lo suficientemente rentable para convertirlo en caso emblemático de los que reclama la izquierda a nivel internacional?Aprovechamos para publicar el reclamo y emplazamiento por uno de nuestros lectores en un artículo anterior a un reconocido cibernauta efemelenista:“Vos sabés que en el informe de la verdad no se menciona ni uno tan sólo de los ASESINATOS DE ESOS COMPAS que se mandaron a quebrar tus comandantes, fueron tan cínicos, que a pesar de que hubo serias discrepancias entre las cinco organizaciones que conformaban el FMLN por las masacres y barbaridades cometidas por las FPL con el apoyo y solapamiento de algunos de los cinco miembros de la comandancia general, que algunos de ellos amenazaron hasta con romper la unidad, que tanto le costó al hoy moribundo de Fidel Castro.”Estos asesinos actuaron con complicidad de la comandancia general y mataron a su propia gente y la asesinaron de la forma más vil porque los mataron y los deshonraron tildándoles de traidores, que es la peor ofensa para la honra de cualquier combatiente de cualquier ideología o causa, y todos ustedes se llenan la boca pidiendo justicia en otros casos cuando son incapaces o temerosos que les apliquen el mismo código por reivindicar a sus muertos; los traidores son ustedes porque ustedes abandonaron a su gente y ni siquiera uno sólo de esos asesinatos fue denunciado en la Comisión de la Verdad, todo por miedo o conveniencia a favor de la comandancia general.Ah! valientes de pacotilla, que sólo son buenos para maldecir e insultar, siempre y cuando estén fuera de todo riesgo. Intelectuales cobardes, de qué les sirve sus conocimientos, si se someten ante los carniceros de sus comandantes, tengan dignidad denuncien estos asesinatos públicamente. ¿Por qué solapan la impunidad? ¿O acaso es miedo o conveniencia espuria? ¿O es qué avalan que “el fin justifica los medios”?. La verdad es que están en deuda con su gente, ustedes tiene los medios, tienen la información, conocen los involucrados, DENUNCIÉNLOS Y ENTREGUENLOS A LA JUSTICIA.PUSILÁNIMES!!! NO EXIJAN A OTROS LO QUE USTEDES SON INCAPACES DE HACER POR SU MISMA GENTE, sobre todo PORQUE ESTAN AL MISMO NIVEL de los que dicen repudiar. Talvez ni siquiera eso, porque los otros al menos permitieron que se mencionaran sus casos donde los acusan en el informe de la verdad, pero ustedes ni siquiera eso han hecho. ESTAN EN DEUDA CON SU GENTE, CON LA HISTORIA Y CON SU PUEBLO.Llama la atención la conducta dócil, benevolente y el silencio cómplice ante esta horrenda masacre de aquellas organizaciones de derechos humanos que declaran públicamente y obtienen cuantiosa ayuda financiera internacional bajo la bandera de luchar contra la injusticia, la impunidad y denunciar parcialmente solamente los casos que les conviene a los cuales determinan emblemáticos debido a la rentabilidad, financiera y política por tratarse de personajes famosos o ligados a poderosas estructuras a nivel internacional.Por lo reportado en El Faro ésta es la masacre más grande de todas las cometidas en la historia de los 12 años de guerra civil de El Salvador. El silencio cómplice de las organizaciones de derechos humanos desnuda con tristeza la doble moral de aquellos que las dirigen, sino, pregúntese usted mismo amigo lector ¿Ha escuchado usted alguna denuncia en algún tribunal internacional de esta horrenda masacre de más de 1,000 personas?